Seguimos en construcción no lo olvidemos. En medio del desasosiego de la no llamada amnistía, llega el Osasuna a Chamartín, hace un día precioso de veranillo, el público animado, el campo muy lleno, hora de mi niñez casi porque entonces eran la 4.30 y domingo. Todo cambia. El visitante no ha sido rival, ese elemento fundamental en un partido de fútbol que es el rival no ha existido prácticamente o su nivel ha sido otro, probablemente por varias razones entre ellas el estado de forma, aguante, recursos. He descubierto que Tchou tiene los suyos en un encuentro cómodo para él con esas bajas en el centro de la defensa, tres jugadores candidatos no estaban disponibles, me parece que no se ha cansado demasiado. Me ha encantado Camavinga con sus errores, su juventud fuerza, inteligencia, clase que da confianza a sus compañeros. Fede encantado y Vini muy peligroso. El primer gol bello y esencial ha abierto el resto, sobre todo los espacios de la segunda parte. El número cinco mete goles mirando donde quiere poner la pelota y hace muchas cosas inteligentes, interesantes, intrépidas. No me gustan en general los periódicos deportivos ni las televisiones ni eso del mejor del mundo sobre algún jugador ni hablar de los árbitros ni de aquellos con barriguita de mi niñez, inmóviles. Un partido fácil de arbitrar 4-0 y qué mala impresión me dió el árbitro. Estamos en construcción y el Madrid no concede amnistías.
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