...más castizo que la calle de Alcalá. Al parecer un cadete de la Academia de Zaragoza le dijo algo a la princesa de Asturias que provocó sonrisas y risas alrededor, relevante asunto teniendo en cuenta que alrededor, es decir al oido, se encontraba el Jefe del Estado y padre de la homenajeada de palabra. Nunca me he encontrado con una situación parecida no se como reaccionaría. Muchos medios han aireado las palabras de aquel ínclito cadete, su nombre y apellido. Al analizar la faena, hay que resaltar sobre todo la espontaneidad del culpable, cierta gracia, la sonrisa y sobre todo el valor. Al tener Hoja de Servicios debería figurar lo de valor reconocido y no se le supone que es lo que tienen la inmensa mayoría de sus colegas. No es como aquellos tiempos del África mora, las hijas de doña Victoria Eugenia no iban a Toledo a no ser por las fiestas del Corpus. Este futuro oficial no sabemos cuando tendrá otra oportunidad de demostrar su valor. Afortunadamente su jefe supremo ha reaccionado con sentido del humor y ella con una dulce sonrisa inteligente y de clase. En estos tiempos de Rubiales me he quedado pasmado ante el valor de un chaval tan joven con lo mejor de su vida por delante. Seguro que me acusan de apología del piropo #Metoo.
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