sábado, 5 de abril de 2014

A vueltas con Europa.

Un sesudo y enterado británico publica un artículo en el Herald Tribune, el problema de fondo es una especie de ¿Quo vadis Europa, o Unión Europea? Y lo relevante es que sólo se habla de Alemania, como la gran economía Europea y del Reino Unido, de Cameron y Merkel como los políticos determinantes, aunque aventura que en 2017 probablemente el inglés se dedicará a dar conferencias remuneradas.
Me pega que ese es el escenario, porque en realidad es lo que siempre he pensado, aunque Francia, ahora muy débil, ha jugado otros papeles en el pasado. Los demás meros espectadores. 
O sea, es un poco como la Champions aunque en el fútbol se da el factor sorpresa y Brasil cayó estrepitosamente con Uruguay en Maracaná, hace ya algunos lustros y no siempre gana el más fuerte, normalmente gana el mejor.
El dilema es económico y político, naturalmente pero lo que priva es la Libra y la City frente al Euro y lo que se pretenda construir y claro nadie quiere perder una chelín o la mitad de dos peniques 
¿Es posible una solución con todos los impedimentos globales? ¿Si dentro de España hay una región llamada Cataluña que quiere forzar una separación por intereses locales, partidistas y egoístas, cómo podemos pedirle al Reino Unido que deje su pound?
Sin concesiones, sin algo más que las puras matemáticas adulteradas de interpretaciones políticas interesadas es complicado. Son otros valores los que deben prevalecer y luego llegará la bondad económica. Y claro si yo fuese británico no se lo que haría, bueno pudiese ser que fuese escocés e intentase complicar más el asunto.
Demasiados parámetros para los responsables de nuestras vidas y haciendas, hasta ahora ninguno ha demostrado nada más que palabras, sin hablar muchas veces nada más que una lengua.
No se me irriten.

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