domingo, 8 de febrero de 2015

Testigo presencial, saber perder en el Vicente Calderón, sin excusas.

No soy resultadista aunque comprendo que el fútbol son resultados, tampoco me gustan las justificaciones ni los lamentos, los hechos se afrontan y ya está. El Madrid ha jugado muy mal o no ha jugado nada al fútbol en el Vicente Calderón, el 4-0 es muy justo o corto, no se puede discutir el resultado; hacía tiempo que no les veía tan mal. Yo estaba allí.
Me invitaron, situado a unos 10 metros del palco con Florentino Pérez a la vista. No quería ir, porque me lo olía, aunque el Madrid llevase ventaja en el campeonato y haga frío en la capital. 
La diferencia entre la forma y actitud de los dos equipos fue abismal. Los aficionados locales disfrutaron. 
No se porque pasan esas cosas, yo ya había avisado sobre el juego/forma  de la gran mayoría de los jugadores blancos; hoy se han encontrado con un Atlético de Madrid que ni ha necesitado ser duro, brusco, intimidador, intenso, ni tirar muchas veces a gol, ni paradones del portero. 
Cualquier extraterrestre aterrizado en el simulacro de césped se preguntaría ¿Quienes son los blancos? ¿Son de la misma categoría? ¿Mismo nivel futbolístico?
Los del Madrid salieron al campo con una cara que parecía decir ¿Qué hago aquí? No quiero jugar este partido.
Y les he dicho a todos esos aficionados locales, rodeándome, que responden a su entrenador como si fuese un profeta de opereta dirigiéndoles el coro, que no han jugado nada extraordinario honestamente, que un partido es cosa de dos y hoy uno no existía desde el primer minuto. 
No encuentro un jugador que haya estado decente en el Madrid o me quedo con Nacho, Isco o Kroos, por no ser muy injusto. No recuerdo que tirasen una vez a gol.
En el ATM todos se dejaron la piel y parecía el equipo del futuro con su preparador mago que no es de mi gusto.
Honestamente esto tiene mal aspecto para el Madrid, no hay control, ni jugadores y sobre todo aunque parezca mentira parecían acongojados ante otro equipo de fútbol.
A ver quién y como se pone el cascabel al gato.

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