domingo, 29 de marzo de 2015

Cánticos de sirena.



¿Habrá un niño/a en este mundo de Dios que no conozca ni sueñe con Peter Pan?
Supongo que depende del país, del continente, nivel de vida u otros factores y que desgraciadamente existe, incluso en las Españas; puede que hasta Jordi Puyol, Tita Cervera u otros componentes del esperpento nacional lo buscasen; que el ex-muy honorable o la baronesa de no se qué jugasen alguna vez o que su "Nunca Jamás" fuese Andorra, más cutre, conveniente y cercano.
"Nunca jamás", ese es el nombre del lugar, un sitio extraordinario, la segunda, tercera o cuarta estrella a la derecha, mirando desde London y con parada en el Big Ben para jugar con las manecillas de un reloj, que más que manecillas son manazas.
Allí existe todo lo que un niño puede desear y debería tener.
Yo nunca tuve ni una tienda de indios donde esconderme, grande y permanentemente desplegada; ni un barco de piratas ni una cueva, aunque no deje de imaginármelas y  de jugar con ellas.
Si tuve un pequeño campamento de indios con un par de tiendas y dibujé mucho planos de tesoros y mapas de islas; lo que no me atrajeron nunca fueron las sirenas y sus cánticos, demasiado estáticos.
De hecho, creo que si hubiese sido factible, noble y arriesgada la profesión de pirata, bucanero o corsario hubiese sido uno de ellos. 
Lo de pirata informático no me va y lo de golfo a secas, que es lo que abunda, tampoco; eso de dejarte llevar sólo por el dinero no me gusta; en ""Nunca jamás" no hay billetes, ni riquezas; James Hook y sus muchachos tienen otras aspiraciones.
Hubiese sido un filibustero, con plena libertad para hacer lo que gustase, sin dar explicaciones y un puerto/refugio donde llevar vida de hombre normal; porque descansar, lo que se dice descansar lo haría en la mar, donde casi nadie te molesta, excepto los vientos duros, las tormentas, la posibilidad de naufragar y encontrarte desnudo en ese medio hostil, hermoso e inmenso que desde cubierta se contempla y admira.
Y que la muerte te sorprenda, no en Andorra, que no se bien lo que es.

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