lunes, 16 de marzo de 2015

Lo que son las cosas.

Vi la eliminatoria de octavos de Champions Paris Saint-Germain-Chelsea porque me parecía la mejor a priori, por calidad de las plantillas, ver futuros posibles rivales, estados de forma y Mourinho. Y creía que el Chelsea volvería a ganar. Me equivoqué.
También me llevé la sorpresa de que a los doctos comentaristas, los que pronuncian los apellidos balcánicos de forma excelsa, los ingleses forzados, se llenan con los logros del FC Barcelona y ponen cara de haba ante el ridículo del Madrid, los de canal plus, en concreto, esperaban lo mismo. Y querían unos cuartos del Madrid contra el Chelsea y yo pensaba : ¡ No! que nos destrozan
El PSG creo que ha dado una lección al Chelsea con un jugador menos, injustamente expulsado, Ibra nada menos, un árbitro petardo europeo (hoy si puedo hablar de los árbitros) que no ve bien. Ha jugado con mayor intensidad, el equipo francés; me entraban escalofríos de ver al Madrid actual en esos berenjenales; convicción en las disputas, lo que hace el Chelsea normalmente y dos golazos de cabeza de corner, sobre todo el de David Luiz, un alocado defensa, buen jugador que también de despista a veces. 
Le han dado al Chelsea de su propia medicina, en su casa de Stamford Bridge, y curiosamente Mourinho no ha sabido adelantarse ni reaccionar.
El PSG, con fenomenales jugadores Ibra, Verrati, Cavani, Matuiri, Silva y muchos otros nombres, de mucho desembolso, pero sin identidad, sin carácter, sin ese punto de más para imponerse en Europa, siempre fracasaba. Ahora estarán pletóricos y ya veremos como responden en cuartos.
Mientras el Bayern debe andar más pletórico, con razón, claro que con un expulsado pronto y en ese partido si cambió todo, aunque yo no lo vi.
En el sorteo el Madrid no quiere ni al Bayern ni a ninguno, porque ante todo no se quiere a si mismo, ni se reconoce.

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