jueves, 12 de marzo de 2015

¿ Se nos van los mejores?

Es una pregunta absurda y retórica, una teoría sin ningún sentido.
Primero había que definir a los mejores y luego está claro que con lo de irse quiero decir dejar de existir, morirse para este mundo.
Lo del mejor o los mejores es muy complicado. Sin embargo hay personas que dan la sensación de ser buena gente, de paz, sin malas tendencias, amables, cariñosos; nada egoístas, sencillos, como si hubiesen nacido sin defectos y con el toque de una varita mágica.
Aún así y entendiendo la sin razón de todo esto es una idea que me revolotea la azotea cuando muere alguien joven.
Ya se que esto de joven se va extendiendo mucho y la madurez y la plenitud son conceptos que se expanden porque vivimos más o tardamos más en dejar de respirar, no obstante joven es 33 años y no se porqué me fijo en ese número.
A esa edad se pueden haber hecho muchas cosas, pero todavía quedan más en el tintero, normalmente; sin embargo por accidentes o enfermedades rápidas nos enteramos de la pérdida de un amigo o amiga que tenía 33 años. Y los demás seguimos aquí.
A veces sabemos que ya hicieron o lograron grandes cosas, en ocasiones su mejores obras que nunca imaginarían mejorar, pero en este siglo XXI les quedaba teóricamente tanto por vivir. Ellos se van sin decir nada ¿Quién hace testamento o resume su vida  a los 33 años?
Lo curioso es ver a gente mucho mayor que se apenan al conocer la noticia, pero rápido recurren a sus problemas, sus circunstancias y su vida, entre envidias por seguir aquí y probablemente por no estar a gusto con uno mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario