domingo, 26 de marzo de 2017

La renovación que no llega.

El PSOE, el otro partido que junto al PP ha obstentado el poder desde el 78, CDS ya desapareció, intenta conseguir un líder que por lo menos obtenga los votos que le hagan adelantar a los de Podemos y estar en posición de gobernar, solo o en coalición. Nada nuevo en política.
Aparentemente se han agolpado alrededor de Susana Díaz, de la cuna de Andalucía, con el beneplácito de los ex presidentes, alguno más específico que otro, conforme a sus estilos y talantes.
Sus miembros dirán a quién eligen.
Lo que resulta un poco de Valle-Inclán es el otro candidato. Representa el susto de los que han estado en puestos de responsabilidad que huyen al verlo porque le consideran un inútil, que jugó al baloncesto y sonríe, incapaz de hacer otra cosa que no se dar la lata, en lugar de aceptar que alcanzó su techo de incompetencia.
No es la mejor de las soluciones pero lo único que está claro es el bajo nivel de nuestros políticos. Nunca fue elevado y ahora hasta pueden presumir de sus colegas alrededor del mundo.
Vi un niño/niña jugando en un parque, vivo, travieso, rápido en toboganes, noble al dejar pasar a otros, generoso con sus juguetes, patinetes o pelota, suelto, de mirada ágil y me pregunté si sería un candidato a servir al pueblo algún día. Tendría que haber alguien que le educase en esos sentimientos, le prepares intelectualmente y como el gran Alejandro tuviese unos amigos que le acompañasen en sus aventuras.
Difícil papeleta porque no conozco escuela que desarrolle estos métodos.

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