martes, 28 de noviembre de 2017

¿A mi qué me importa el príncipe Harry? Dinero y política.

Los tiempos de Henry VIII, el siglo XV, eran apasionante en England y en el resto de Europa.
Supongo que pasaban demasiadas cosas y casi todas relacionada con el poder de Roma, el escándalo en la Iglesia Católica, la larga Edad Media, el Renacimiento, la imprenta, el descubrimiento de nuevas tierras. el Emperador Carlos,...la política.
La política, disfrazada por la religión e influenciada por ella, detrás los intereses económicos, que daban vueltas en idas y venidas a Wolf Hall, residencia de los Seymour.
Ahora aparece otro Harry, el quinto en la línea de sucesión de una jefatura de Estado que no hace sino estar sin armar jaleo, con Mrs Markle y dicen que están comprometidos. Muy bien.
A ella la conozco como participante en una serie, "Suits", que después de ver una temporada te das cuenta de lo que es una buena serie o la repetición de la máquina de generar dólares. Como actriz me parece sosa, y floja, la verdad. Si, lo reconozco, posa y posa, será porque lo ha aprendido.
Tiempos distintos los del otro Harry donde de lo que se trataba, aparentemente, era de tener un hijo varón y no hubo forma. Entonces, a los treinta y seis una mujer era casi anciana, demasiado tarde para intentar dar un hijo al rey. Al parecer alguna enfermedad tenía Henry, o varias. Luego Elizabeth I, hija de Ana Bolena, fue una gran reina para Inglaterra. 
Se trataba de poder, autoridad, dinero y algo de sexo, como siempre, pero sobre todo de hacer política. De eso se encargaba Cromwell entre otros alumnos aventajados. Y al final si no acababas en la Torre de Londres, verdugos a elegir, diferentes versiones, pues no eras nadie. Ahora acabas en la Torre de visita tras largas colas de turistas.

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