Ya se que no sirve de nada, pero, en ocasiones, hay que contar los hechos simplemente por hacer justicia. Y sobre todo me pregunto como la gente no escucha a los que en realidad dicen cosas interesantes.
El señor Jiménez Villarejo es un jurista, de 82 años, jubilado, que mantiene un buen juicio. Fue de1995 a 2003 Fiscal Especial Anticorrupcón. No tiene un duro. Mucho tiempo en Cataluña.
Es un hombre de izquierdas, como se define a si mismo, que en estos momentos piensa que hay que dejar un poco lo de izquierdas y derechas a un lado porque está en juego otra cosa.
Ahora se presenta en el último lugar de las listas del PSC, socialistas, para las autonómicas de diciembre, de forma simbólica.
Antes estuvo en 2014 con los de Podemos en la campaña para el parlamento europeo, ganó, no ejerció. Se fue al poco del lado de los de Podemos porque afirma que están desorientados.
Se ve que es persona que controla su lenguaje, mide sus palabras y conserva los rasgos de su profesión siempre en la cabeza, en su discurso.
Opina de Puigedemont y se refiere a él como ese señor ( junto a su gente, dice) hacia el cual no tiene ningún respeto, porque se ha saltado la ley desde el principio. Probablemente cometiendo los delitos de rebelión y sedición, pero sobre todo el de malversación ( no tiene ninguna duda), ya que se han gastado mucho dinero en un proyecto ilegal, además de absurdo, contra la igualdad y los derechos de los ciudadanos.
Lo expresa con dureza, limpiamente, quirúrgicamente, midiendo sus palabras, con cara de fiscal. Lo repite una y otra vez como si hubiese encontrado la expresión que los define son: Independentistas antidemocráticos
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