miércoles, 22 de noviembre de 2017

La Roma viene a Madrid.

Me invitaron esta noche al Wanda-Metropolitano, lo hacía un atlético e ignoro sus compromisos, pero se jugaban mucho, dependiendo de otras carambolas. 
Dije que no cría que iría nunca y mira por donde.
Tengo curiosidad por ver un nuevo estadio, además me incluyen plaza de parking  en la invitación. 
La Roma, femenino, parece tener un buen equipo y están fuertes en el grupo, donde los locales se la juegan, luego puede ser un buen partido. El campo es bueno dentro, césped y terrenos de juego, mi visibilidad bueno, los accesos inacabados, horribles de tráfico y menos mal que no llueve (una desgracia por otra parte) porque estarían llenos de barro. No les importa demasiado a los que van, la afición como siempre apoyando, feliz con cualquier cosa. Esta bien porque quizás deberíamos los del Madrid valorar más lo nuestro.
El fútbol es de dos y la AS Roma fue a peor. El primer tiempo de imprecisiones, errores en ambos y creo que el excelente Oblak tuvo una noche muy plácida. La defensa del Atléti, con cambios era insegura y un coladero por la derecha, que sólo aprovechaban los italianos para desbordar no para rematar, muchas veces. Quizás es una noche mala o tal vez el porqué del nivel del fútbol italiano ausente del mundial.
No obstante los locales lo intentaron siempre, a su forma, caótica, sin pausa, fallo, presión, recuperación y manteniendo un orden por el afán. Me gustaba el descolocado Thomas y poco más. Creo que los cambios fueron muy acertados, por parte de eses señor que alborota saliéndose de su línea de puntos. Correa, Gameiro y Gabi mejoraron las prestaciones y se marcaron dos bonitos goles. Griezmann se recuperó.
El campo parecía que había ganado la Champions, saltaban, cantaban, porque debe ser que de eso se trata. Enhorabuena.

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