miércoles, 31 de enero de 2018

Otra hora oscura en el cobarde totalitarismo catalán.

La influencia del film “the darkest hour”, el Presumo Oscar de Gary Oldman, pesa en mi ambiente, mi imaginación. El hecho de poder pasear cada día por Whitehall, también. El aquellos tiempos oscuros de 1940, en la democrática Albión, no todos debían ver claro que lo que imperaba al otro lado del canal era un régimen totalitario. Y el fumador de habanos gran corona eso lo tenía claro, contra el totalitarismo no se puede ceder y es más sabio oponerse desde el principio.
En Cataluña seguimos sumergidos en tiempos oscuros, más que oscuros pienso que tienen el color y aspecto de una descomposición de vientre. Se continúa mareando la perdiz y, como alguien sugiere, diciendo una cosa en público, otra en privado y haciendo cualquier cosa en medio. Vamos se hace lo que han hecho tres individuos toda su vida: un Guardiola, un X. Hernandez o un Piqué. Este martes habia número en el Parlament.
Llega un momento en que uno no puede pretender desgajarse de una nación a la cual se ha pertenecido durante siglos, sin pertenecer a otra, y que las cosas sigan igual. Incluso sin ser los más votados, eso si con mayoría de escaños por el sistema electoral, decidir que unos cuantos, muchos, son una República independiente. Y los demás nos vamos a quedar quietos porque lo dicen Guardiola, Hernández o Piqué, como cuando decían que el fútbol solo se puede jugar de una forma.
El totalitarismo catalan es cobarde, los totalitaristas del siglo XX, o de cualquier otro tiempo, sabían que conseguir sus metas exigía imponerse a los demás. Estos de Guardiola, Hernández o Pique pueden internar marear la perdiz desde la Premier, Qatar o Cornella, pero no engañan a nadie, tampoco a todos sus afines. Lo digo utilizando el fútbol, pero ya se veía, llevasen o no la camiseta de España, sus correligionarios políticos son idénticos.

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