jueves, 18 de enero de 2018

Copa del Rey, cuartos.

Como saben los que siguen esto del fútbol, el Madrid jugaba en Leganés muy cerca de casa, dicen que es el torneo que nos queda, como posible, esta temporada. 
Contra un equipo al que no he visto jugar, que está haciendo un buen campeonato a su nivel. Nosotros no tanto al nuestro. 
Zidane, fiel a si mismo, por sus razones o porque es lo que tiene, saca a muchos de los considerados reservas, que hace pocos meses gozaban de excelente cartel, Asensio, Theo, Llorente, Ceballos, Vallejo, Kovacic, L. Vázquez. 
Los locales salen con dos líneas de cinco y a defender, lo de siempre. El visitante se pasa la pelota, sin brillantez ni peligro. En el 13m se lesiona Vallejo solito, no tiene suerte. La preocupación del Madrid es no perder el balón, los del Leganés se afanan en no cometer errores, todo aburrido. En el 33m Kovacic, el único con cierta profundidad, pierde una gran ocasión. 
Da la impresión que cuando uno del Madrid conduce e intenta algo, son imprecisos, fallan, acierta el rival en el corte o se equivocan en su decisión; todos estos jugadores se conforman con pasar la pelota y principalmente hacia atrás. El Leganés contento, como su público, les gusta el empate a cero y si meten un gol será la monda.
Las entradas, muy avanzado el partido, de Modric e Isco mejoraron la fluidez no la profundidad. Hubo una buena jugada en el 89m y Asensio remató bien, cuando ya se me había olvidado lo que era capaz de hacer.
Al final 0-1 en Butarque que es lo que ha sucedido, nada resuelto porque los dos jugaran a lo mismo en la vuelta.

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