sábado, 8 de septiembre de 2018

La vuelta al servicio militar.

Me he dedicado a preguntar a mi Entourage, palabra muy estúpida que para eso estamos en la estupidez/negocio/vacío de Hollywood, sobre aquello que más nos preocupa, como si fuese una encuesta. Vivimos con comodidad, tenemos de todo, hacemos yoga, no bebemos alcohol, somos vegan, muy sanos, muy conscientes.
La conversación comenzó porque he leído (ya venía sucediendo) que el servicio militar podría ser obligatorio en Francia de nuevo y... en otros países vecinos. En España no he oido nada.
No hace tanto que la mili, o su equivalente,  nos llenaba de chistes y anécdotas, bromas y novatadas a los paletos, películas de héroes humildes, la gente se iba de putas y se hacía hombre en un campamento. Ahora habrá mujeres y ese tema se acabó.
La Guerra Fría cambió cosas, el fracaso de Vietnam movió a los US a congelar la obligatoriedad y todo se profesionalizó. ¿Qué ha cambiado? ¿Cómo está Francia? ¿Y el resto?¿Qué sucederá? ¿Por qué?
Eso es lo interesante y parece que Francia necesita recuperar su identidad. Por varias razones Francia ha debido dejar de pensar sobre lo de ser francés. El país chauvinista por excelencia y definición ha dejado de serlo, incluso cuando han ganado el mundial de fútbol sin el gran Benzema y con muchos jugadores franceses de orígen africano. Mientras, esa pretendida Desunión Europea que nunca consiguió su identidad, perdiéndola según crecía su éxito económico y sus miembros está más perdida que un pulpo en un garaje. Tiempos dudosos sin ideas.

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