martes, 25 de septiembre de 2018

Lo que no es inglés no existe para Londres, no interesa.

Saber cómo acabará lo del Brexit no es fácil, no se explica claramente, mucho poplitiqueo, verdades a medias.  Normal.
No tengo confianza en los que mandan en la Desunión europea ( los jefes de gobierno de los diferentes países) y creo conocer bien a los que mandan en Londres. No me cabe duda que los de la City van a ganar más que perder, siempre ha sido así en sus negocios con esa Europa en la que no creen y cuando pueden desprecian en público.
Las noticias no aclaran el panorama lleno de intereses locales y luchas de poder entre toros con los laboristas a la expectativa, eso ocurre en cualquier país.
Claro que en el prestigioso The Guardian veo una noticia sobre la inauguración de la alta velocidad entre las ciudades sagradas de Arabia Saudita. Pincho. Se habla de dinastía, gran proyecto faraónico, desierto, millones de peregrinos, millones de libras y nada, nada, de quien ha llevado a cabo el proyecto, no se menciona un nombre, no se sugiere una nacionalidad.
Imaginemos que fuese un tren de alta velocidad británico como si fuese el siglo XIX o el XX sin Lawrence sintiéndose árabe, beduino o fascinado por el desierto. Los británicos ya no hacen ni sus grandes cruceros oceanicos de la Cunard, se construyen en Francia o Italia. Naturalmente la omisión no es un olvido del prestigioso diario. Es una empresa española no británica. 
Así son los de las islas, no sólo en el fútbol de la Premier, sino en todo lo que hacen.

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