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Suena como un número de lotería algo que buscar, encontrar, comprar, para el sorteo de Navidad que luego nunca toca. No es un número de lotería, son los puntos anotados en la NBA por un jugador, individualmente, que supone un nuevo record. Lo ha conseguido Lebron James contra Oklahoma como si fuese un musical, en la cancha estaba Abdu Jabbar con su chaqueta de captain, en medio de esos USA un tanto perdidos en su Estado de la Nación, en su vorágine. Allí estaba el superado, otro de la cosecha de 1947, Abdul Jabbar, un tipo diferente que se llamaba originalmente Ferdinand L. Alcindor nació en Harlem NY como debe ser. Ya hacía mucho que Kareem, mismo nombre musulmán que el nuestro del Madrid, batió el de otro fenómeno de esto del basket, llamado Chamberlain, los tres al final en LA Lakers. Ha habido muchos fenómenos en la NBA, para mi Jabbar siempre será casi como Puskas, pero James es realmente bueno, lo sigue siendo a su edad y no sé cuanto durará porque necesita caramelos para seguir peleando. Como todo campeón busca retos y el mejor es ganar; ganar un anillo con estos Lakers no parece posible este año, lo cual da idea de la dureza del juego, el nivel, la dificultad, tienes que estar así durante la fase regular más los play off un año y otro y otro; esto no es como el fútbol, siete partidos, ganas el mundial y ya te aclaman porque nadie te lo puede quitar. Los gringos al campeón anual de la NBA le llaman World Champion como si todo girase alrededor de ellos, en esos USA, quizá tengan algo de razón, porque el nivel, la competencia no es de pachangas.