domingo, 5 de febrero de 2023

La guerra es la guerra.

Dicen que los españoles son envidiosos pero nunca lo oi de las españolas, claro que ahora hablamos de independentistas lo cual me produce cierta confusión. Nos están llenando de chistes , gracias, sornas, o chascarrillos, con el asunto del policía que se infiltró entre independentistas, creo que del sexo femenino de antes; no se los detalles; aquel funcionario, envidiado ahora, desconozco sus medidas o habilidades, cumplió con las órdenes recibidas, el modo como ha de ser fue ni pedir ni rehusar. Si alguien se ha beneficiado, digamos aliviando tensiones de forma aleatoria, pues habrá que ser agradecidos, sin envidias ni recelos, no era la misión, son gajes del oficio. Entiendo que haya independentistas fermosas, como Pilar Rahola, Ada Colau, Laura Borrás, Rovira o Gabriel con su peinado, que se puedan sentir agraviadas no se si el espíritu de sacrificio del agente hubiese llegado a tanto, por aquello de en peores garitas he montado guardia. La gran Laly Soldevilla, que veraneaba al lado nuestro en Ibiza, que murió jóven, natural de Barcelona, nunca se hubiese manifestado sobre tema tan personal; tampoco Mary Santpere, también de Barcelona. La Inteligencia, obtener información del enemigo para luego analizarla, evaluarla, es el oficio más viejo del mundo, más que la prostitución porque antes los clientes hacían una labor de Inteligencia en busca de sus objetivos. Todo esto se vino abajo con Bond, James Bond, que fué preguntado for England James? Nosotros tuvimos un catalán, Castro Sendra Barrufet, que fue Jaime Bonet, camarero, intentando recuperar un microfilm en un balón de fútbol e hizo lo que pudo junto a Encarnita Polo que era sevillana, nadie se quejó. Yo siempre dije que se tendría que haber llamado Pons, Jaume Pons.

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