"Me siento más libre más a gusto, encantada de no llevar bragas," Alba Carrillo dixit. Los de
Agent provocateur deben estar preocupados, el negocio de la lencería amenazado. Ahora es la político Belarra que va sin sujetar, pero recuerdo a Ana Belén en Las Ventas del Espíritu Santo, musa del capitán Brando, concierto con Sabina, Serrat, Mike Ríos, con las domingas sin sujetar, pitones apuntando a toriles en un homenaje inconsciente, involuntario, al lugar en que cantaban. Estoy seguro que al gran Sócrates, antes de la cicuta, después de lo que había visto no le hubiese sorprendido. Doña Alba Carrillo, probablemente no hubiese asistido a la Academia en Atenas, o si vaya usted a saber; por aspiraciones intelectuales, un mundo mejor, voluntad de esta señorita, tampoco a don Sócrates, que proclamaba su ignorancia, le hubiese sorprendido que recalcase una obviedad del siglo V A.C., el despelote, cuando todo era al aire libre. Yo como Alba Carillo personaje de no se qué mundo, o del mundo actual, estoy muy contento de no llevar dicha prenda o casi como la chirigota de Cádiz si yo nací en esta tierra se lo agradezco a mi madre. Creo que hay que ser agradecidos. Mi santa madre no me puso bragas nunca, que yo recuerde, ella se encandalizaría; la madre de Alba Carillo parece ser que si, lo intentó, la hija rebelde, gitana, cubierta de flores, como es ella, siempre en el candelabro como la otra, no quiere que nada impida, que nada comprima, que nada obstaculiza lo que tenga, todos es libre, y se despoja de la prenda. Ahora recuerdo que había una chaqueta puesta de moda hace siglos que el sastre pro comunista, asequible, que nos hacía las cosas para estar a la última, cuando Aute casi empezaba, las llamaba de pedo libre. Donde acaba la espalda podrían las chaquetas tener una abertura, o ninguna como una de Clark Gable o dos, estas eran de pedo libre. A mi madre le parecía una grosería y ponía mala cara. ante el soez comentario.
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