jueves, 7 de septiembre de 2023

Aviación naval.

 Estoy realmente disfrutando con la lectura de "The Firs team"  no es sobre un equipo de futbol catalán. Su autor se llama John Lundstrom, mucha información, gran trabajo, fuentes gringas y niponas, estoy en el último tercio con Midway. Da gusto leer un libro que te llena. Llevo ya más de 300 páginas, me queda lo mejor. Empieza allá por 1941, diciembre, ataque a Pearl Harbour y ves como los USA construyen su aviación naval que culmina en la decisiva batalla. Mucha gente conoce los hechos más o menos, aquí el autor va desarrollando los escuadrones de cazas, torpederos, bombardeos, a bordo de los portaaviones y lo más importante como van aprendiendo, desde un almirante con sus tres portaaviones hasta un mecánico. Los modelos de aviones, características pilotaje, armas, cubierta de vuelo, ascensores, calificación de pilotos, errores, accidentes, todo lo que implica este tipo de operaciones en combate y…de todo van aprendiendo pero principalmente del combate, en la batalla del Mar del Coral antes de Midway. Nada fue casualidad. Los japoneses se habían preparado muy bien, como son ellos, metódicos, constantes, sacrificados, inteligentes, tenían quizá mejores aviones al principio, pilotos expertos de la guerra en China. Los gringos se pusieron las pilas. Es curioso ver que la primera vez que vieron un Zero frente a un Wildcat fue en el Mar del Coral. La cantidad de accidentes por diversos motivos, la angustia del combustible, las horas de espera, ready room, Combat Air Patrol en el aire, las técnicas de interceptar al enemigo, radar/IFF si había, el apoyo a los bombarderos embarcados o torpederos, las configuraciones de unos y otros, los errores del piloto o los fallos, por diversos motivos, en tomas o despegues. Al final el destructor que recoge a los pilotos que no encontraban otra solución que el agua. EL portaaviones era un punto en el horizonte que se iba agrandando que te acogía pero que en ocasiones no llegabas. No quedan páginas ni para el mal tiempo, mareos, tifones, distancias enormes, falta de visibilidad, lluvia ecuatorial, muertos y medallas, como volar a DC para que el presidente te imponga la medalla de honor del Congreso y volver a Oahu para subirte en tu portaaviones con un nuevo escuadrón. Todos estos meses no se han repetido jamás y es uno de los factores por los que la US Naval Aviation está a otro nivel, otras experiencias y muchos muertos. Lo demás es casi cine.

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