Soluciones democráticas al conflicto político, ahora se trata de explorar, nosotros que exploramos el globo entero. Algo ha cambiado el patio. En los sesenta oí a un responsable policial de prestigio reconocido que los chorizos (asi les llamaban en la jerga) había que buscarlos en los sitios donde se exhibían después de sus fechorías, como discotecas, bares de alterne, los toros, rodeados de señoras vistosas, Echegaray, Ballesta, Alazán encanto y belleza, champagne y varios, al menos en Madrid. Entonces el conglomerado LGTBI+ existía aunque sólo discretamente con conceptos más sencillos de entender. No se mencionaba al chorizo político, banquero, estafador, periodista corrupto, cara de toda la vida o bonvivant en la sombra. No se hablaba de políticas porque no había. Si, recuerdo quién gobernaba en España no hace falta mencionarlo. Aunque no se lo crean existía un código penal, fiscales, abogados y jueces, que habían estudiado sus carreras y pasado oposiciones. En aquellos tiempos de El Caso y Marca (mismo fundador) se exageraba mucho para atraer al personal o sea al cliente, poca tele nada de redes sociales. Ahora ya no puedo soñar en ser el periodista que fuma, bebe whisky, conoce al de la barra y es infeliz en casa, aquel que indagaba por instinto, escribía con estilo, analizaba con agudeza y precisión quirúrgica. ¿ Qué hace realmente la sagaz de Fene en Bruxelles, qué negocia con el del flequillo de Waterloo, lo sabe el ambicioso Sánchez?. La foto, el precio, la subasta del poder.Todo esto forma parte del mal rollo nacional pero hablamos de una vice del gobierno de España ¿o no?.
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