Hay fotos emblemáticas, míticas como se dice ahora o simplemente que transmiten sensaciones, incluso que con el paso del tiempo perduran, dan premios a las mejores fotos. En el siglo XVII no existían las cámaras fotográficas, Velázquez, pintor de pintores según Manet, pintor de cámara por el Reino de España, fué fichado joven por el monarca,, como Ramos el del Sevilla por el Madrid, los tipos no se pareen en nada, y se vino a la Corte a vivir, pintar, viajar y aprender de las colecciones reales. Nos ha dejado su obra que gracias a Dios esta en España en su inmensa mayoría y, como era su trabajo, pinto a toda la familia real, en particular al rey nuestro señor, como casi seguro debía ser.Ya saben que al papa Inocencio X, que incluso poso para el artista, comentó que le parecía demasiado real su retrato que no quiere decir que no le pareciese digno del autor. Así pues las andanzas pictóricas de don Diego Velázquez se quedaron para disfrute de propios y extraños. Mi padre comentaba en los sesenta que un yankee poderoso ofrecía cambiar "Las Meninas", o "Los Borrachos" no recuerdo bien, por la Sexta Flota, menos mal que no se hizo, ¿Cómo íbamos a mantener esos buques y aviones?, deben ser chismes cercanos a El Pardo. El maestro sevillano, ni Joselito ni Belmonte, captaba el espíritu de sus modelos, realeza o no, les sacaba el alma. ¿Qué foto es más significativa a día de hoy, los dos Camilos, o la del beso de Rubiales? . Y comieron perdices, Rubiales no fue invitado porque como don Cosme Churruca en Trafalgar no hablaba inglés y no fuese a ser que se abalanzase en la recepción sobre una estirada british, aristócrata y otras hierbas. Oh my God!.,
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