Quejas.

 Oigo opiniones que comparan esta época con los años treinta. Aquellos años treinta fueron realmente convulsos. Supongo que la gente, aunque no se que es la gente dada su diversidad, tiene una idea de como eran en Europa, no hablo de América, no sólo USA, no de Asia o África, me ciño a Europa. Había varios grandes asuntos pendientes, el tratado de Versailles y sus consecuencias tras la Gran Guerra, la influencia de la URSS y su comunismo totalitario, el brote del fascismo italiano y el nazismo en Alemania, además las consecuencias económicas del crack de la bolsa de New York, la gran depresión y las grandes desigualdades, los últimos imperios deshechos. En España siempre pensé que se daban las circunstancias para que experimentasen con nosotros. El caso es que hubo una generación adolescente, entonces, que se encontraron un buen cacao, vivieron los teóricamente mejores años de una vida, esa generación no tuvo juventud, los cuarenta fueron también muy duros. Por supuesto he oido en mi familia contar sus experiencias, puntos de vista, y debo confesar que sin quejas. Solamente al final de sus vidas las había mezcladas con eso que se llama vejez, falta de fuerzas o impotencia, que me temo son asuntos varios. Pues creo que no son comparables y han pasado casi cien años. Hay problemas, muchos problemas en esta Europa, no se decir cuanta gente sufre de verdad, hay grandes desigualdades e injusticias, todo el mundo alrededor quiere venir aquí. Ahora que acabó Agosto sólo oigo hablar de veraneos, playas, comidas, marisco y que no falte de nada.