No se si le sucede a todo el mundo pero cada vez valoro más el silencio, cuando digo el silencio me refiero a mi silencio, el silencio propio, no decir nada. Honestamente pienso que son mis propias limitaciones para afrontar situaciones, muchas repetidas, cotidianas, sin encontrar solución, lo que me lleva a callarme. Conclusión: no sé explicarme. La vida, todo lo que nos rodea esta repleto de matices, circunstancias, ángulos, que hacen que haya pocas muy pocas cosas que no se puedan matizar, quizá esa es la explicación, la simpleza. Por ejemplo he visto Barbie que ha batido muchos records de dólares y no creo vuelva a ver en mi vida, me he hecho "la picha un lío" que decían en mi barrio. Hay cosas que merecen halagos en la película, aspectos técnicos, cuyo comienzo con copia de la genialidad de Kubrick en 2001 ya me dejó con la boca abierta. A partir de ahí me di cuenta que no entendía casi nada, que lo mejor es guardar silencio, nada de batallitas, que me acuerdo de una niña de ese país de la película que tendrá que crecer en esa sociedad y me estremezco un poco. Sólo un poco porque luego el Buen Dios siempre nos hecha una mano aunque el horizonte este muy muy cubierto y amenazante, siempre fue así. Como antídoto hay una buena peli del Oeste, de otros tiempos, ya con Teddy Roosevelt presidente en la cual un duro cowboy le dice a un jóven pretencioso con tendencia a desenfundar y problemas varios; "cuentamé tu vida pero ahorraté estos últimos días."Claro son frases de guionistas ahora en huelga. La verdad es que no sé que contestaría cada uno de nosotros si tuviesemos que contar nuestra vida. El duro cowboy hablaba poco, no le quedo más remedio que escuchar al capullo de chaval porque de otra forma no podría ayudarle. Eso si lo mínimo.
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