jueves, 21 de septiembre de 2023

La más prinicipal hazaña.

 

Poca fe en los políticos, en la llamada clase política, en eso soy repetitivo. Ahora bien estoy despistado. Ya sé que cambian todos de opinión, sino que me señalen un político relevante que tenga credibilidad, unos y otros sólo piensan en sus intereses, en la mayoría de los casos coyunturales. Eso es lo malo, claro que hay que ser Nadal y no un político español tópico, típico que vive del cuento, para dar una entrevista, responder algo concreto o decir al entrevistador : "os montais unos circos". No entiendo lo de las lenguas en el Babel del Congreso, tan innecesario cuando muchos no hablan con propiedad ni el castellano. No entiendo que haya un reglamento y no se cumpla, no entiendo su utilidad. Hay otro asunto que no comprendo. Siempre oí que la carrera militar profesional acababa de coronel, dignamente, el resto era una decisión política de esos mismo políticos que sufrimos, los consejos superiores o equivalentes opinaban, recomendaban, más no eran vinculantes. Lo interpreté como reglas del juego. Conocí y conozco un coronel, digamos capitán de navío para los que distinguen, que puede haber notables diferencias, que trabajó muy cerca del ministro de turno. Este quiso ascenderle, eso repetía, y aquel digno oficial le repetía a su vez que siempre que tuviese el visto bueno del jefe de la Armada y me parece que el citado jefe no lo veía así. El caso, este hombre honesto, capaz, sincero, inteligente, muy simpático, agradable, con sus ambiciones normales, su familia, nunca ascendió. Y no hubo nada, como nos decía Cervantes. Y en medio del cacao, lo importante, que es el anuncio que nos hará el presidente en funciones con todo atado para su nombramiento, está ya consensuado.

1 comentario:

  1. Quién puede parar está locura está por encima del coronel

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