En la cultura hebrea, en otras orientales, en la Grecia clásica, hay un culto especial por los sabios, normalmente ancianos que aportaban sus conocimientos, experiencia, influían sobre la vida de sus compatriotas y supongo, sólo lo supongo, conservaban sus facultades mentales intactas. No sólo eran elegidos por sus valores sino que a pesar de la edad los mantenían, mejoraban, sin las hormonas de la juventud, o cargas de la madurez, y en ocasiones eran como esos vinos que duran y duran. Estas gentes aportaban su sabiduría, pureza e integridad de pensamiento. El rico refranero español proclama que más sabe el diablo por viejo que por diablo, puede que sea cierto, aunque no en todos los casos. Lo cierto es que esto de la edad se está convirtiendo en un problema para los que cumplen, no quieren irse y para los que esperan. Quizá deba, con naturalidad, seguir el ejemplo de mi progenitor que bajaba a adoctrinar a un grupo de conocidos en el Paseo de los Melancólicos, como lo llamaba mi progenitora. Era su paseo/tertulia, volvía diciendo que los viejos siempre hablaban de sus quejas, le deprimían, no escuchaban y las lagunas salían. ¿ Quién no ha tenido un lapsus en su vida, qué levante la mano o calle para siempre? Hay fotos que valen más que mil palabras o que pueden ser fakes como se dice ahora, hay demasiado fake en nuestras vidas. La foto es del señor Mitch McConnell senador por Kenctucky, va camino de los 82, republicano, hombre de leyes, no voy a desvariar sobre su carrera política ni argumentar que no es muy fotogénico, como se puede ver en la foto oficial del senado en 2016, sino simplemente mostrar mi preocupación porque en ese inmenso y poderoso país no salga nadie para reemplazar a sus supuestos fenómenos. Amen.
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