Feijóo canta: "yo no soy ese Sánchez que tú te imaginas...ese presidente sencillo...que siempre perdona". En efecto no es Sánchez, es sumamente torpe e inseguro. Sánchez es un petardo a nivel nacional que ojalá trasplantemos a Europa (aunque se va a llevar una pasta y como todos creer que sirven) . Recuerdo un cara a cara con otro gallego Rajoy, Mariano Rajoy, de las pocas veces que he puesto la tv en está decada última, como candidatos a la residencia o presidencia. Sánchez le llamó de todo, debate organizado por la academia de la televisión, moderado por ese señor que parecía peluquero de señores o Domenico Modugno. " El presidente del gobierno tiene que ser una persona decente y usted, no lo es" le dijo al estupefacto Rajoy presidente y candidato. Se quedo vizco. Respuesta de don Mariano perplejo : "su intervención es ruin, mezquina y deleznable". Sánchez acudió raudo al diccionario a buscar esta última palabra. Creo que fue en diciembre de hace ocho años, cuando el PSOE había elegido entre Bono, fenómeno manchego, y Sánchez, vaya par de dos. Me imaginé el momento de Rajoy, tuvo muchos errores y nunca debió ser presidente ni hacer caso a Aznar, fue un buen colaborador pero no es de atacar a la yugular y tiene cabeza, de registrador al menos. Muchas veces en política, en la vida, es malo tener cabeza ¿ La tiene el votante? Pensé que hubiese hecho yo de estar en la piel de Rajoy, sin cabeza, si un inepto que dice que soy un indecente. ¿Recurriría a un poeta? Me levantaría? ¿o simplemente me quedaría bizco como don Tancredo, digo don Mariano?
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