miércoles, 7 de febrero de 2024

No tengo ni quién me escriba.

Dos cosas, una material otra de comportamiento humano. Me han gustado siempre: leer libros y la generosidad. No quiere decir que yo sea un tipo culto y lector,  o que me entere de lo que leo, menos que sea generoso. Mi padre era generoso, siempre regalaba lo que a él le gustaba; su teoría era que el destinatario tenía que entenderlo. A mi me regaló muchas muchas cosas y casi nunca algo que pedí específicamente. Los Reyes Magos tampoco me trajeron el traje de Diego Valor, me trajeron otros muchos otro juguetes. Reconozco mis restricciones actuales a comprar libros que luego arrastro en los traslados, porque un libro es como un ser vivo. Creo que Sánchez, P Sánchez tiene un libro en las librerías de cuyo nombre no logro acordarme. Como todos los insignes hombres de la política me suena que no lo habría escrito sino dictado porque es un hombre muy ocupado con sus amnistía amnésica, gobernar un quilombo en los ratos libres y aspirar a Europa. por aquello del salario  Pues he pensado y me dicho que quizá fuese recomendable regalar un libro de Zapatero y claro me han preguntado ¿Qué libro es ese, de ahora? Me he dado cuenta de mi falta de respeto a los libros porque Zapatero, R. Zapatero, no tiene libro en las librerías. No le hace falta, aunque parezca mentira, corta cierto bacalao, como interlocutor en la sombra, no le hace falta ni que le escriban. He leido que El País es él, Rodríguez señor mío... cosas veredes amigo....que farán fablar las piedras, al fin y el cabo no es la frase de don Miguel, ni del poema del Mío Cid, ¿será de Rodríguez?

No hay comentarios:

Publicar un comentario