"El cateto de tu hermano que no me venga con leyes..." cantaba Escobar, Manolo Escobar, en castellano con sangre de reyes en la palma de la mano. A las turistas inglesas de Ibiza, que no eran las más vistosas, les cautivaba sin entenderlo. También daba juego eso de la rumba catalana de aquel otro insigne ciudadano cuando la lágrima caía en la arena, no se si al final la encontró. En esos años me interesaba mucho lo que sucedía en England siglo XV. Yo siempre vuelvo a More, Thomas More. La conciencia es lo que es, lo que esta bien lo que esta mal, un caso de conciencia, don Thomas no podía continuar sirviendo al rey y a su conciencia. A More le preocupaba el asunto porque creía en una vida eterna, una vida posterior a esta, era un hombre de fe y aunque pensase que el rey era rey no estaba por encima de sus creencias, así escribió antes de su ejecución: " I am the King’s good servant but God’s first". Duro momento cuando te lo ponen encima de la mesa. En un artículo he leído que el fiscal del Supremo encargado del asunto amnésico cambia de opinión tras entrevistarse con su jefe el Fiscal General sobre el caso Tsunami. Al parecer le ha convencido para rectificar, que como se sabe es de sabios. Podría ser que a los demás también nos convenciesen aunque no todos entendemos de leyes. ¿Es un asunto de conciencia? Y si no te convence tu jefe ¿qué ocurre?. ¿No asciendes, no te promocionan, te acusan como a More, te cortan la cabeza y encima perdonas y entregas una bolsa al verdugo que pueda que venga de Francia ,garantía de trabajo bien hecho?
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