domingo, 5 de junio de 2016

Cervecita, solecito.

Llego, por aterrizaje, a Madrid. Atrás quedan los USA.
Me encuentro con el jet lag implacable, que cuesta más dominar hacia el este. El aire aquí es distinto. Han florecido las terrazas, cada vez más, hace calor y la gente se dispara a la calle en el fin de semana ¿Y el paro?
No es  que no sepa lo que está pasando, porque todo llega y en este mundo globalizado te enteras, pero pasa de otra manera y huele de otra forma.
Los Angeles quedan lejos y la batalla electoral por California es un asunto interno de los gringos.
Aquí leo entrevistas a otros personajes, que no entiendo muy bien lo que dicen, deeb ser por el idioma.
Uno es un general en la reserva que fue Jemad y aspira  a un puesto en el Congreso por Almería le oigo decir " El derecho a decidir es explicar y debatir" (?) , o cosas de perogrullo como"No podemos ir en contra de la gente".
O al señor Valdano "Un fútbol más pleno, más estético"(?) o otra perogrullada "el fútbol sin palabras es pocas cosa".
Cerca de casa se llena Chamartin para el Corazón Classic y sacar dinero para Cáritas, a través de la Fundación del Madrid, y los que no tienen hogar. Juegan los veteranos del Madrid contra los del AJAX. Los asistentes son los poco habituales. Es fiesta y jolgorio, baños de masas, nostalgia y otras hierbas. Sobre todo caras de ilusión en niños y dinero para hacer el bien.
Y lo cierto es que Valdano ya se lo que aportó y los políticos que hablan como si dijesen que la política sin palabras es otra cosa tampoco dicen  mucho.
Tengo que volver a los clásicos, releerlos y releerlos. 
Y me encuentro con que Valdano se autodefine como "madridista clásico" y recalca que los clásicos son poco complacientes.
Y estando de acuerdo con que no hay que confirmarse, hay que pensar con criterio, hacerse preguntas y ser honesto ¿Por qué no me fio de Valdano?¿Y de los políticos o aspirantes?

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