Es un Golden State-Cleveland o Warriors vs Cavaliers. Séptimo y último partido de las NBA Finals en Oakland y como quiero verlo, a las 2 am de Madrid estoy frente al aparatito.
Emotivo himno, bien cantado, con la gran bandera y los del US Army sujetándola; así seguirán con Clinton (Mrs.) o Trump (Mr.), eso no cambiará.
Nadie desde 1978 ganó de visitante, sería una gran machada, los locales son favoritos por su record absoluto de esta temporada arrebatado a los Bulls de Jordan, epro yo ocnfio en Lebron y en que le ayuden..
Primer cuarto, 23-22, de tanteo, hay muchos nervios y tensión, se nota lo que está en juego. Igualdad en defensa y acierto de tiros de tres en los Warriors. Lebron James este año está respaldado y no se encuentra tan sólo, juega como si lo hiciese todo, sube la pelota, rebotea, encesta y tapona..
Segundo cuarto, 42-49, Cleveland juega bien al contraataque pero en tiro exterior sus porcentajes son malísimos. Draymond Green de los Warriors ha sido un coloso en ataque y defendiendo a Lebron, su primera mitad y la serie son de MVP.
Me quedo en el descanso con el espectáculo, los nervios, errores, y me da la sensación que Curry y Thompson no están muy a gusto en los locales.
El tercer cuarto es la aparición de Irving fantástico escudero de Lebron y se quedan 75-76, mucha igualdad. Los Warriors mucho mejor en tiples y los Cavs en rebote, transición y juego en la pintura.
Al final 89-93, canastón de Curry y un triple decisivo de Irving defendido por este jugador.
Me alegré, yo iba con Lebron James porque su gran calidad, corazón y fuerza merecían que le metiesen en el pequeño círculo de los elegidos en este deporte con una gran hazaña que sumar a su carrera. MVP de las finales, un triple doble, y misión cumplida.
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