domingo, 26 de junio de 2016

Un hombre decente, no un líder

Un líder, un verdadero líder, no un loco fanático ¿Dónde hay uno?
Hasta el gran ex jugador Maradona se lo dice por lo bajini al gran ex jugador Pelé, opinando sobre Messi. Lo tuvo cuando entrenó (?), porque como entrenador Maradona es flojito, a Argentina y entiendo a que se refiere. No quita que Messi sea otro gran jugador.
Y es que un líder debe ser muchas cosas y además saber de lo suyo.
Se oye a veces al definir a un aspirante, en España hay casos que incluso llegan a presidente; no demasiadas porque la decencia y la honestidad, mejor dicho la falta de ambas, es moneda común.
Lo han dicho en UK, sobre Jeremy Corbyn, en estos momentos de incertidumbre y oportunidades y me temo que es cierto. England fué nación de líderes, de grandes aspiraciones, claro que ya no hay uno ni en el equipo nacional de fútbol de la Eurocopa.
Igual me parece Bernie Sanders en su carrera con Mrs. Clinton, sin embargo triunfan los otros que sin ser líderes tampoco dan la impresión de gran honestidad.
Triunfa la vulgaridad y el estereotipo, la campaña acertada, decir lo que el público quiere oír, la mediocridad, la ausencia de ideas, fundamentos como en el basket; la demagogia, el dominio de la incultura y escasez de educación y conocimientos del personal, la manipulación; los mensajes que analizados no aportan nada, la obviedad como slogan, la mezcla de ideas contrapuestas, la propaganda, la facilidad para conseguir dinero; el escaso culto al trabajo bien hecho, el esfuerzo y la dedicación, el amor por lo que haces y buscar sentido a la existencia.
Tantos siglos, tantos sabios, tantos errores y parece que no hemos aprendido nada.

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