Comienza la campaña electoral en Hispania, segundo intento, para votar el 26J. También la Eurocopa, para hacer algo digno, y la Copa América está ya empezada.
Se me ocurre meditar sobre la personalidad y la falta de capacidad para liderar, quizás porque en la vida, en política, o en el fútbol, hace falta una buena personalidad y los líderes, los buenos, siempre son bienvenidos.
¿ Se hace un líder o nace parido por su mamá porque sí?
A ese extraordinario utilizador del balón, y persona de dudosa coherencia en su vida para vivir adecuadamente con su arte, llamado Maradona, le cogen diciendo a otro extraordinario y peotero jugador llamado Pelé: "Que Messi está falto de personalidad para liderar".
Maradona es un destacado bocazas, fue su entrenador y yo sin haberlo sido opino igual. No cae falta ser un genio.
Messi no es un líder por mucho que se empeñen en el nordeste, como no lo era Casillas, forzado también y lo han sido muy pocos.
Además que uniesen cualidades extraordinarias futbolísticas, condición física, temperamento, carácter, suerte, continuidad y liderazgo, con los dedos de una mano se cuentan.
Ni lo es Mrs. Clinton por mucho que Mr. Obama se anticipe, la apoye, para pretender unir a los demócratas que ven en Sanders un mejor líder.
Si se mira a los de la campaña electoral y se buscan conocimientos, confianza, integridad, carisma (¡ Ay carisma!) para buscar uno, te quedas como en el escenario de Sodoma y Gomorra al mismo tiempo de partir.
Sería un milagro que apareciese un líder de verdad en el panorama político. Maleducamos , creemos en la mediocridad camuflada.
No se es líder a la fuerza, debe ser algo natural con una base sólida.
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