Kid Tarao.

Creo que a mi mamá le gustaba mucho el dr Kimble, Richard para los amigos, o el actor, que además era inocente con cara de pena. Iba de un lado a otro de los USA perseguido por los marshalls. En casa nadie hablaba del teniente Gerard implacable que casi era como el fiscal de Perry Mason. El buen doctor inocente seguía curando gente. Eran los años sesenta, mi adolescencia. 

Mientras el gran Tony Leblanc amante del boxeo, salía en la única tele con su personaje Kid Tarao, campeón de boxeo infantil, que perseguía al Moreno en lugar de perseguir al Manco. Todo del gimnasio a la Casa de Campo y de la Casa de Campo al gimnasio. Eran cómicos, ficción. en Madrid se vivía muy bien nos divertíamos.

No hay mucho que comentar al show de Barcelona. Parece que las autoridades del Estado se sentían felices con que el fugitivo dijese algo y desapareciese cual Houdini. Todo atado y bien atado. El resto parte del espectáculo. Esto es lo que pienso antes de acabar el pleno. ¿Lecturas? hay varias dependiendo de múltiples factores y ángulos. Lo más preocupante es el retorcimiento del Estado de Derecho.

Por cierto en USA el pato Donald Trump dice que Camelo Harris no es muy inteligente o que pone a prueba su inteligencia. En su equipo están como locos buscando como bajar el soufflé del rival antes del debate ya fijado para el diez de septiembre. Sigo dandole vueltas sobre ¿qué pasa con Harris?