Cassius Clay, campeón olímpico en Roma, mi ídolo en los sesenta, se cambió a Alí , se convirtió al Islam, como Lew Alcindor a Abdul Jabbar como muchos otros. Mientras Yasser Arafat, musulmán de toda la vida, que se lo cambió a Abu Ammar , pasó de terrorista a líder PLO, premio Nobel compartido y muerte sin aclarar las circunstancias ¿ envenenamiento por polonio?. Los judíos, y varios otros, lo intentaron al menos. Supo vivir en aguas turbulentas y coquetear con todos, los gringos incluidos, cuando interesaba a unos u otros, grandes dotes embaucadoras. Ser o no ser terrorista confunde.
Lo del sexo parecía más claro. Pensaba que eso de decidir a través de unas pruebas genéticas lo de los cromosomas XY del sexo era pan comido, pero ya no estoy tan seguro. Han dejado boxear a dos mujeres intersexuales. Una víctima italiana ha protestado en italiano como Meloni manda "Mi ha fatto malissimo", con razón, cuando te dan el típico guantazo, duele aunque no quiere decir que sea un hombre el oponente. ¿Cómo se va equivocar el COI, ejemplo de pureza? Ni que estuviese todavía Samaranch, un verdadero vividor, grosero y con señora a su altura, y sus chanchullos. No habrá película de sus andanzas mutuas.
Recuerdo que fui a ver a Vallehermoso una competición mixta de esgrima, adolescentes, los contendientes entre 10 o 12 me parece. ella era brillante, segura de si misma, y él, muy seguro de ganar, de pronto cayó redondo para susto de todos. Aquella inocente nos dijo" es que le di en sus partes".
Hay que estar atentos vigilantes con terroristas, camuflados, organizaciones internacionales, políticos, ya lo expresa en el celebérrimo ripio, José María Carulla, autor de una Biblia en verso: “Nuestro Señor Jesucristo/ nació en un pesebre. / Donde menos se piensa / salta la liebre”.
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