domingo, 25 de agosto de 2013

Complejo e ingenuidad española

El español es alegre, hospitalario, con su sentido del humor, abierto, amistoso, en general. A lo mejor es como nuestro clima. El habitante de las islas Británicas es pragmático, calculador, con su sentido del humor, pesetero, frío. A lo mejor como su clima; aunque no creo que haya un clima pesetero.
Nos tratan con desprecio, en el fondo desprecian a todo el mundo y quizás se desprecian a si mismos. Existen un sentimiento de superioridad, acrecentado cuando hablan en inglés. Son educados, escuchan, pero tienen su respuesta preparada, en inglés. Al español le cuesta adaptarse a ese mundo anglosajón, si lo hace, por cualquier razón, acaba con un complejo de inferioridad. Nos cuesta mucho hablar inglés y más hacerlo con propiedad, no como doña Croqueta. 
Entonces, alcanzado el punto de soltarse, les entiende e incluso puede mejorar el acento; pero se rinde psicologicamente ante el enemigo. Sus logros históricos, sus grandes hombres de mar, su grandeza, las cosas buenas de Churchill (para ellos), sus setos, grass, la campiña, London , Highlands, palacios, teatro, musicales, caballos, coches o capacidad para los negocios.
Hace muchos años cuando Gibraltar ya era suyo, cuando el Mediterráneo era fundamental para obtener el poder en Europa ya gustaban de veranear en el sur, sobre todo en la zona de Cádiz. Con su acento malo también, como el nuestro en inglés, venían  a espiar nuestras construcciones y defensas. Y siempre a aprovisionarse de vino, porque un barco de guerra sin alcohol era como un jardín sin flores, un matrimonio sin hijos, la oropendola, el nandú , que diría el genio de don Luis Sánchez-Polack, que debe haber sido súbdito de su graciosa ( él no lo hubiese consentido nunca porque no le hacía gracia) estaría en los anales de los genios que en el mundo han sido.
A veces, muchas veces, el español adaptado en ambientes ingleses llega a participar del humor inglés, de las genialidades de los witty que andan por ahí; de los Alec Guiness, Peter Sellers o Monty Python; de los amigos del protagonista de Notting Hill. Les empieza a llamar Sir con la boca llena y sueña con una pelirroja fina y preciosa como sólo hay en England ( o con un pelirrojo, que son más feos). Todo es realidad y espejismo a la vez.
Manten los ingleses a la distancia y no te acomplejes, ni hablando en inglés con ellos, no se lo merecen.
Y españolito de mi alma, no seas ingenuo, tratales como se merecen ni más ni menos. Si te duele España aprieta sin miedo, ni complejos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario