domingo, 9 de marzo de 2014

Atentados 11 de Marzo.

Lo recuerdo muy bien. Ese día no estaba en España, en algún lugar de Europa, recibí una llamada y puse la televisión, parecido a lo  que me sucedió el 9/11.
Como se pueden imaginar una sensación terrible y el dolor, sobre todo el dolor, por las víctimas, porque de pronto morían personas que ese día iba en los trenes, muchos como todos los días, dejaban de respirar y comenzaba otra historia. Además crecía el número y podrían haber sido muchos más, ya que cuando se planean este tipo de atentados no creo que se puedan medir las consecuencias. Para mi sólo había una razón, la vida humana les importa un bledo a los que pusieron las bombas.
La verdad es que no me pegaba un atentado de los terroristas de ETA, por pensar que sería demasiado, y claro quedaban pocas opciones lógicas para sus autores.
Cómo estaba rodeado por extranjeros lo que sucedió los días posteriores no lo entendían ¿Por qué si era el terrorismo de Al Qaida cambiaba el sentido del voto de los españoles en las elecciones?  ¿Teníamos miedo los españoles por haber intervenido en Irak, estando o no de acuerdo? ¿Consentíamos que extranjeros se metiesen en la política nacional? ¿ En qué mundo vivíamos?
No sabía que contestar, lo cierto era que el asesinato de cientos, más los heridos, las imágenes repetidas y el comportamiento de los políticos en fase final de elecciones habían alterado la voluntad del pueblo y ¿ Sabía el pueblo lo que hacía, porqué cambiaba su voto? ¿Por qué nos dividíamos en lugar de unirnos?
Me decían que así sólo ganaban los terroristas que habían conseguido su objetivo y eso no podía consentirse ¿ Era el español flojo, mediocre y cobarde?
Años más tarde tuve que decirle a un inglés que pusiese la tele porque al parecer había habido un atentado terrorista en Londres, en metro y autobuses. No se inmuto. Su cara reflejaba preocupación, estupor, curiosidad y trataba de medir las consecuencias, pero no tenía dudas
Ese día en silencio, a mis enemigos naturales, los ingleses, llegué a tenerles un poco más de envidia.

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