miércoles, 8 de enero de 2020

La gobernabilidad de España o el dolor viene después.

La gobernabilidad de España le importa un comino a ERC, socio de investidura, es cierto, en realidad podría haber dicho: "España me importa un carajo (en catalán)".
Ya hay presidente elegido por  el Congreso de Diputados, el candidato prometerá su cargo, y ... yo me he prometido a mi mismo no repetirme, aunque es un defecto tenaz difícil de superar. Me podría justiciar, autojustificar más bien, diciendo que hay cosas que no me explico, pero me suena a flojedad, cobardía. Es lo que hay, ya pasamos por situaciones similares, de todo se sale, el cómo y cuando es como la muerte, no se conoce con exactitud.
Leemos noticias de muertes, en estadísticas de cualquier materia, nos aferramos a la vida, la mayoría, nos gustaría ser eternos, lo cual debe ser terriblemente aburrido, casi tanto como ser político y justificar votaciones, nos agarramos a cualquier cosa.
No debería entrar en sentimientos de desconocidos, pero desde Hollywood donde hay tan excelentes actores puedo permitirme un exceso. He visto imágenes de Pablo Iglesias llorando  a lágrima viva, supongo que de emoción, alegría aunque desconozco la razón concreta. A lo mejor piensa que él Garzón, Montero, los que sean a la postre ministros van a solucionar los problemas de los españoles y los que no se sienten españoles. No sé que es más peligroso si alguien que se cree lo que dice o alguien que miente.
En Irán un funeral se convierte en una muerte por aplastamiento de decenas de personas, supongo que habrá heridos también, es una curiosa forma de homenajear a un muerto desde los vivos con más muertos. Allí había muchas emociones también, manipuladas o no, sin mujeres presentes, que se libraron de la avalancha mortal. Los de #MeToo no lo agradecen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario