Pasaron los Reyes Magos, confio en que todos los niños de España hayan tenido sus regalos, cumplidos sus deseos, independientemente de las crencias de los que ejercen la patria potestad de los pequeños, de sus preferencias políticas, de sus capacidades económicas. A los mayores les habrá tocado carbón, mucho carbón.
Pasó la Pascua Militar.
El monarca pronunció su discurso, nada nuevo o desconocido, es el papel institucional de las Fuerzas Armadas, allí representadas; "jurais a Dios y prometeis a España, besando con unción su bandera..." se proponía, voluntariamente se respondía. "Si así lo haceis la patria, etc, etc..."
El ambiente debía ser extraño, tenso, por lo sucedido, oido, en el Congreso de los Diputados, lo referido en los medios de comunicación durante las negociaciones, lo publicado en documentos de acuerdos entre partidos, lo manifestado por los independentistas, el silencio del PSOE y lo que más preocupa ¿Cúal es la verdad?
Da la sensación que la respuesta es que no hay una solución posible al problema.
Puede que el presidente en funciones salga elegido, que haya un gobierno del PSOE con los que le han apoyado, los deseosos de mandar en Podemos, u otros colaboradores necesarios, que los de ERC, PNV, Bildu se conformen hoy y...¿ mañana?
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