sábado, 12 de junio de 2021

Misa dominical.

La misa ha sido a las 8.30 como todos los domingos, misa única, con algo de fresco, unos 11 grados, el oficiante lo ha mencionado; esta vez ha venido un fraile franciscano desde Brisbane a unos cien kms. Se ha presentado, es de Hong Kong, ha hablado de su ciudad,  su familia, la pobreza de muchos, lo caro que es tener un jardín, poder cuidarlo; se ha acostumbrado a cuidar de su jardín aquí, la tierra es generosa, amplia, porque en Australia hay espacio para muchos. Ha hablado brevemente del santo de Padova en su día, resaltando que hacía muchos milagros, sobre todo para dar pan a los que tienen hambre, me acordé de mi madre que siempre rezaba un padrenuestro a San Antonio cuando se le perdía algo, supongo que del santo de Asisi sabe más anécdotas; se ha preparado su sermón que leía, breve, citando que los católicos en estas tierras son pocos, que tienen mucho que hacer, no acobardarse por los comienzos que las obras de Dios son lentas, a Su ritmo que no es el nuestro. Supongo que es lo que sucede en un continente joven, sin invasiones, sin tantas peripecias. En la hoja que te dan con los cantos la mayor parte estaba dedicada a un artículo para responder a la pregunta de si las religiones han comenzado la mayoría de las guerras o no, la conclusión desde las guerras napoleónicas es que han sido otras las razones. Al final de la misa la mitad de la parroquia, más o menos, ha aplaudido. El mundo es el mismo y tan diferente a la vez

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