lunes, 7 de junio de 2021

Ni sexo ni poder ni dinero.

Todo llega a su fin, y es que la vida de los humanos tiene fecha de caducidad, en este caso no es por cuestiones de salud, simplemente Madame Merkel ha decidido que no continuará, ha cumplido con creces como gran servidor público. He conocido algunos jefes de gobierno en esa Europa posterior a 1945, como todos los de mi quinta; en esos USA, en ese mundo occidental, las dictaduras totalitaristas, repúblicas bananeras, varios fueron, más de uno, a la cárcel, otros se  libraron por poco; hubo alguno de nivel, los menos, los hubo muy políticos que se movían como pez en el agua en ese entorno de la política, cierto que la mayoría eran hombres del sexo masculino que ejercían o no, alguno con pluma en la clandestinidad que luego se ha hecho pública; los británicos solían tener a sus representantes a buen nivel en los primeros puestos del escalafón hasta que un escándalo les echaba escaleras abajo, dinero. sexo, poder, ambiciones dignas de un melodrama. Confieso que ninguno, ni ninguna, me ha gustado tanto como Mme. Merkel, siendo germana, inteligente, trabajadora, discreta, prudente, con principios, energía y sobre todo sentido común, mucho sentido común en el gobierno de los suyos y/o en los asuntos europeos donde su papel como representante de Alemania es clave como gran potencia económica. Me temo que la echaremos de menos, más que a S.Ramos.

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