Segundas partes.

Vivimos en un mundo donde al menos en ciertos temas sería deseable cierta unanimidad, los políticos sería uno de los temas; en Australia te vacunan si lo deseas, de hecho no exigen nada más que un documento con foto que pruebe quién eres, qué edad tienes y un teléfono/email, no sé si es que les sobran, caducan o tienen muchos dólares y/o influencias como Israel; la vacuna es AstraZéneca sin opciones. El caso es que decidieron aislarse, al principio de las vacunaciones sin vacuna, con cuarentena de entrada, control exhaustivo de fronteras, aprovechar que son una isla. No les ha ido mal, no se cuanto les cuesta todo esto, aquí lo políticamente correcto es fundamental. El caso es que sin mascarilla, con información continuada, cerrando un estado en cuanto hay un par de casos, seguimiento exhaustivo, ayudas electrónicas, y fondos, que supongo son relevantes, van toreando esta situación como todo el mundo, de una forma un tanto única, formando una burbuja con New Zeland, dejando a un lado la peculiaridad de China. Es el mismo mundo para todos y es tan distinto. Me enteró de la vuelta de Ancelotti, a bote pronto me recuerda otros regresos Benhakker, Toshack, no el de don Luis Molowny siempre breve y eficaz, además eran otros tiempos. Suenan palabras como revolución, falta de fondos, cambios y Carletto y su piso frente a los angelotes de la Puerta de Alcalá, le gusta Madrid más que Manchester aunque gane menos.