Siempre hay riesgos.

En Australia no se si son muy de perros o no, me parece que más bien si, mascotas oficialmente, porque animales salvajes tienen de los más peligrosos en el planeta, también dueños peligrosos. Los fines de semana va más gente cerca de la playa, en muchas, las largas, hay paseos que tienen un ancho de tres a cuatro metros, por allí circula todo el mundo; en realidad te encuentras una gran variedad de especímenes, bicicletas de diversas modalidades, eléctricas incluidas, corredores de diferente nivel, patinadores con distintas versiones del patín, algunos con el perrito que les arrastra para aumentar velocidad. Hoy he presenciado como una señora, abuela entregada, llevaba a su rubio, mofletudo nieto de ojos verdes, menos de un año de edad, en cochecito, cometió el error de atar un galgo, raza canina, al vehículo, se cruzó con un labrador negro, se enzarzaron, el cochecito volcó, el bebé al suelo, se hizo una pequeña herida en la cara, asustado, desconsolado, la abuelita en shock no sabía que hacer; hablaba de lo que le diría su hijo al ver dañado a su precioso nieto, pánico, tensión miedo, el dueño del labrador preocupado; me pareció que había que tranquilizar a la abuelita, hacer algo, con la gente alrededor, toque el carrillo del bebé, le hablé, se tranquilizó, no se asustó más por mi acento, la abuelita un poco recobró el resuello y no hubo nada. Soy un doctor dije, como Leslie Nilsen en "Aterriza como puedas". Profesión de alto riesgo bebé, coche, perro, Australia