lunes, 14 de noviembre de 2022

El ruido de la calle.

 

El libro de Preston, "El Holocausto español", ha sido como una de esas píldoras que el doctor Hugo Z. Hackenbush recetaba a sus caballos/pacientes cada 5 kilómetros, castigo merecido. Mr Preston, en este libro, no es un historiador, no es ni científico ni riguroso ni imparcial ni ameno ni me gusta como escribe, debe ser la traducción al castellano. He devuelto el libro a la biblioteca pública hasta que otro ingenuo lo coja. En el local hay periódicos disponibles para jubiletas y revistas de culto como Hola y otras  que ojeamos los intelectuales de mi nivel o, como decía un jefe que tuve, la revista "10 minutos" para él fundamental, esencial requisito, en busca de sana inspiración reposando en la taza del retrete. He podido leer completo el artículo de don Raúl del Pozo, que nació precisamente en el 36 el día de Navidad,  en su opinión diaria El ruido de la calle, el artículo se llama "Gobierno contra Estado". Lo recomiendo no sólo porque esté muy bien escrito es que realmente no se puede decir más claro. Pienso como me lo tomaría si fuese presidente o sea el señor Sánchez y encima lo mezclo con lo que le leído en Preston sobre tantos actores de esos años del 31 al 39; tanta mediocridad, mezquindad, cobardía, tanta palabrería para llegar a situaciones dantescas de donde hay que salir ya como se pueda mejor con arte o inspiración. Mi padre contaba que en San Antón compartía calabozo con Muñoz-Seca, los milicianos le pedían respetuosos autógrafos a don Pedro, que les contase algún chiste de sus ocurrencias, él, educado, contestaba "me pódeis quitar todo menos el miedo que tengo a morir". Tampoco se si es verdad, pero la vida, o la muerte, hay que tomársela de coña, claro que don Pedro era del Puerto, donde voy de boda este fin de semana, y genial. A don Pedro se lo llevaron el 28 noviembre 36, mi padre tenía su "traslado" firmado por Serrano Poncela para el 30 de Noviembre desde San Antón el día que tuvo lugar la mayor matanza de religiosos en Madrid. Mi padre decía que era mucho más peiigroso que el famoso dramaturgo, algo pasó, por eso puedo escribir hoy.

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