Fresquito matutino, rasca, aire a los pulmones, me encargan comprar algo antes de que concluyan las rebajas del Black Friday también echar el cartón en el contenedor (mira que consumimos papel cartón o similares, mi madre fue pionera en reciclar), los cristales, el punto limpio; muy simpáticos los de los contenedores, basureros trabajadores, me ayudan, con sus guantes, hace frío y trabajan bien, espero que hayan desayunado como corresponde. Voy rumbo a mis encargos, veo los edificios, muchas ventanas, como estoy en las100 primeras páginas de un libro de un gran escritor, grandes vivencias, que no ganó el Nobel, confundo su imaginación con la vida de tanta gente en tantos edificios en tantas ventanas. Compro el encargo. Me preguntan si soy miembro del club, respondo a las chicas de caja que yo sólo soy del Madrid; se ríen incluido el chico que decía había que despedir a...una porque es un desastre; le aconsejo que cuidado con #Metoo. Hace sol, respiras mejor con el aire de mi pueblo que parece alcanza estándares razonables. Tenía otros encargos, en alguno he fracasado estrepitosamente en otros me he equivocado con la tensión del momento. al final he hecho pasos, de paso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario