domingo, 15 de enero de 2023

El balón del Madrid cuadrado.

 

El fútbol es un deporte, once contra once, lo físico es vital, la forma, los nombres no juegan, al menos en el Madrir. Frente al televisor, partido en Ryad, la llamada supercopa de España, audiencia garantizada espectáculo... Protagonistas dos equipos que no han jugado bien después del mundial, excepto algún jugador, los porteros sobre todo, en cada alineación, por lo tanto muchas dudas e incógnitas aunque luego sólo vale la realidad. Hay ausencias y supongo que de salida lo nuestro es lo mejor disponible con preferencia al centro del campo. Ya veremos. Desde el inicio he visto un Madrid que no reconocí a sus jugadores con una elevada inseguridad, casi de todos, no pretendo echarle la culpa al sistema defensivo sino a todos, la banda derecha un coladero; los goles, los dos de la primera mitad, han sido errores de varios niveles para acabar en remates francos, vamos como cuando yo jugaba en el colegio. Puede ser que el FCB sea un equipo de ensueño, muy bien dirigido, con jugadores extraordinarios, y yo no se de esto. El tercer gol es una repetición del patio de colegio que decía mi padre. Quizá yo no  haya visto a un equipo maravilloso y a otro muy flojo, como no será lo que digan las crónicas, pido perdón.

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