Sumar o no sumar, esa es la cuestión.

 

No se trata de frases de bardos inmortales es de una señora de Fene. Graciñas, graciñas, graciñas, repite su soniquete, hay que unir las fuerzas progresistas para derrotar a la extrema derecha, luego vas y te lo crees, me refiero a lo de progresistas, extrema, o unir, bla bla bla que desgraciadamente funciona mejor que el sentido común, sin novedades en ese frente. Esas cosas tienen los mítines políticos, porque incluyen a los políticos, lo que quiere oir el personal; creo que la vicepresidenta del Gobierno que no se bien a que partido pertenece, que se cree lo que tiene que decir, el futuro que tiene por delante. Se presenta en la Ciudad Condal, denominación que ya no se utiliza. Local abarrotado. Junto a la alcaldesa de la Ciudad Condal, señora que no me inspira nada, absolutamente nada, al parecer es su gran aliada en Madrid. Graciñas, graciñas, graciñas, de la vicepresidenta agradecida natural de Fene en la ría, hermosa ría, de Ferrol, No es preciso aclarar que ser de Fene no es lo mismo que ser de Ferrol. Nadie ayuda a Cataluña como ella. Los de Podemos se unen para sumar. De pronto la vicepresidenta de Fene dice: "Cataluña debe decidir su futuro y tener el reconocimiento que se merece". Graciñas, graciñas, graciñas ¿qué significa todo eso? ¿qué ee lo que se merece Cataluña? ¿Por qué? Los argumentos no importan a nadie de los oyentes sólo graciñas, graciñas y más graciñas, mira que mis padres trataron de educarme y hay que ser agradecido, pero sin pasarse.