En el teatro los actores entran, salen, en ocasiones con diferentes papeles, llega el príncipe, el joven príncipe, pensativo con su libro, o no, los otros hacen un mutis. No nos preparan para desaparecer, no nos preparamos, empezando por el mundo actual el cual pregona vivir, vivir más, llegar más lejos viajar más, Inserso o medios propios, Lo que arriba está escrito es verdad, o me lo parece. Lo de la vejez en realidad hoy no se sabe donde empieza, cuando, si como acaba, igual que siempre; venimos solos nos acogen, normalmente, los brazos, el pecho, de una mujer llena de ternura, compasión, sentimientos, amor, por esa criatura indefensa; desaparecemos de la escena solos; el último mutis tene que sr el mejor, el de mayor dignidad como actores veteranos. Luego viene el cómo y cuando. El como es importante, vas a estar solo, te quedas solo, pero la cuestión física, capacidades pesa cual losa, lo de la mente es otra historia también esencial. Llega un momento en que detectas debilidades, o las detectan, eres el mismo y no eres, comienzan los olvidos, distracciones, restricciones, impedimentos, tanto que los más próximos se dan cuentan, empiezan a pensar que ellos también algún día se verán más o menos así ,aunque sólo sea por la genética. El consejo de arriba es sensato, no lloros, no tristeza nada de odios, más sentido del humor, compasión, ayuda al que lo necesita, menos egoísmo. A la eternidad seguro que la vences, al momento, la vida, eso llamado destino también; no se llega tan lejos para dejarse acojonar por un quitamé esas pajas, al fin y al cabo no somos tan importantes como nos creemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario