Hay frases que ya no decimos, o que ya no se oyen, en inglés ni se me ocurre traducirlo, pero nos definen muy bien, al final se trata de evitar discutir, lo cual es bueno, o simplemente imponerte. Es decir debía de ser una frase de los tiempos del Invicto aunque no me imagino en El Pardo diciéndole a doña Carmen Polo lo de la fiesta y la paz mientras degustaban la cuartelera sopa. Yo en casa de pequeño nunca la oí: ¡Tengamos la fiesta en paz!. Lo decía J L López Vázquez en una película del inigualable Mariano Ozores que nunca tuvo pretensiones de ser Ford, Cappra, Wilder o Wyler, aunque le gustase el buen cine. López Vázquez aportaba mucho al personaje, exageraba su sonrisa, gritaba para tener razón, gesticulaba sin ser Sordi o De Sica, Era un españolito de su época, un buen actor, con su bigote de entonces, alopecia prematura o peluquín que no se amedrentaba ante la cámara o ante la guiri o nacional exuberante. Era muy español, de España. Y los ingleses los del City, antimadridistas, los Windsor, todos encantados con el empate, los catalinos como si tuviesen algo que ver, los jugadores respetuosos con la leyenda y la pena es que algunos, Karim, no estén bien. ¡Tengamos la fiesta en paz!
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