En Sevilla contra el Atlético Osasuna, una final, rojillos, presuntos humildes como gusta, San Fermín a favor, porque son navarros, son los que llevan ilusión, el hambre, los demás no lo merecen, hacen ruido; porque muchos quieren ver caer al Madrid, si ganaran los de Pamplona, enamoraran a los suyos, ahí estamos como siempre, sin la tuna que era cosa de Franco no de la universidad.¡Trompa, útero, vagina ! ¿Quién domina? ¡Medicina.! Aúpa Derecho. Todo esto suena machista seguro. Los tunos rondaban por amor y sobre todo por hambre ¡ Qué bonito es el amor! En esa entonces insigne peli de la época franquista "El día de los enamorados" 1959, ya lo dice el personaje de Antonio Casal, madridista, a su novia castiza doña Concha Velasco: "el fútbol es lo más importante". Claro que todo se dirigía desde El Pardo, el general no sabía mucho de la pelotita porque el Racing y África no le dieron ejemplos ni tiempo, don Emilio Mola ya muerto era de Osasuna; el Madrid arrasaba, nadie pensaba, las mujeres, hombres o viceversa, estaban en donde estaban, no se enteraban; Toni Leblanc enseñaba al gran don Luis Sánchez Polack como Secundino, a conducir, se pasaba el día en un autobus. Además San Valentín, no San Fermín, era invisible a veces. por orden de Franco y el Concordato seguramente; por cierto los padres de José Guardiola ya sufrirían en Cataluña. En esa película, en el mismo cielo se discute si el Madrid puede bajar a Tercera o no, entre ángeles, todos madridistas por los colores. Enamorado del Madrid, como siempre, ahora mezclo a S. Valentín con San Fermín, la realidad. Y sin Franco para echarnos una mano ¿ Dónde andará?.
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