Tortas.

Da gusto cuando oyes una opinión razonada, correctamente expuesta, educada, aunque no estés de acuerdo. Una de las cosas que tiene la sociedad libre occidental es que se argumenta que cada uno es libre para decir lo que le de la gana o simplemente para opinar, una opinión una persona como lo del voto, la ley es diferente de un sitio a otro como límite. El caso es que se pregunta de todo en los medios, que todo el mundo opina, que se dan premios porque una opinión un voto, que te quedas sorprendido, en demasiadas, ocasiones, porque lo que oyes como opinión es una absoluta majadería. Así dicho puede sonar que yo no soy quién para juzgar si una opinión es válida o no aunque sea mi propia opinión. En estos USA pasa mucho, puedes oir que llaman darling o baby a alguien y al rato le están descuartizando o en una balacera, no deja de ser una opinión.  Me hablaban de los traumas de la gente en estos USA, esos de la infancia que te dejan marcado; como una bofetada de tu ancestro puede resultar mortal de necesidad para tu autoestima y seguridad de adulto. Y te sientes carca porque a mi alrededor volaban algunas bofetadas, normalmente con merecimiento de los destinatarios, que no he oido yo que hayan dejado esas secuelas tan brutales. No hay que fomentar la bofetada el cachete o lo que hoy sería abuso, hay que ser paciente, educar, hablar, entender y pedir perdón, incluso aunque se haya escapado una bofetada.